Cuando hablamos de cuidar nuestra apariencia, fortalecer y crecer nuestro pelo, piel y uñas, aparecen innumerables productos, sustancias, mitos, leyendas y hasta rezos que afirman ser la solución a nuestros problemas. La verdad es que todo es un sistema que va entrelazado con
nuestros estímulos internos (Digestión, circulación, respiración, estados de ánimo y demás sistemas funcionales) así como con las toxinas que recibimos a diario en productos y en el medio ambiente.
Al hablar de estímulos internos es importante entender que nuestra piel es un órgano que continuamente excreta toxinas y libera nuestra carga tóxica. Por ende el estado de nuestra piel, uñas y pelo, no solamente es un reflejo de belleza sino también de salud. Reflejan hasta qué punto
el proceso de envejecimiento natural está causando una disminución en la producción de proteínas estructurales como queratina y colágeno, y el deterioro resultante de los tejidos conectivos, huesos, órganos vitales e incluso las paredes de los vasos sanguíneos del cuerpo.
Reparar nuestros sistemas funcionales entonces es el primer paso para una piel sana y sin imperfecciones.
Comencemos por nuestra alimentación
Nuestros mejores aliados son los antioxidantes, las Vitaminas A, C, D, E y minerales como el Cobre, Selenio y Zinc. La común característica de ellos, es que nos ayudan a evitar la oxidación celular es decir, el envejecimiento.
La mejor fuente de antioxidantes son las frutas y vegetales, el incluir frutos rojos o azules como los arándanos en nuestro desayuno es un paso importante en el cuidado de nuestra piel. Las frutas y Vegetales también contienen minerales y vitaminas como la biotina que es parte estructural del cuidado de nuestro pelo.
También, es importante cuidarnos de los alimentos irritantes o que produzcan alergias en nuestro cuerpo, uno de los principales síntomas de una alergia es la inflamación de la piel y en casos leves, se observan irritaciones, brotes, o acné que deterioran los tejidos. Normalmente algunos productos grasosos o lácteos son los que nos causan efectos inflamatorios.
Los ácidos grasos como el Omega3 ayudan a la lubricación y protección. El consumir alimentos ricos en Omega3 (Salmón) resulta en múltiples beneficios, entre ellos, el funcionamiento cerebral, la circulación y el fortalecimiento de los folículos de nuestro pelo.
No nos olvidemos de lo fundamental : El Agua
El hidratarnos es otro proceso clave en el cuidado de la piel. Uno de los primeros signos de deshidratación es la piel seca. A medida que continúa la deshidratación, provoca una pérdida de elasticidad. Y cuando existe una deshidratación crónica, se puede terminar con piel seca y con picazón, lo cual también podría contribuir a mayores signos de envejecimiento.
Evitemos el desgaste en nuestro cuerpo por el ambiente
Al hablar de nuestro entorno debemos entonces analizar nuestros productos, entender que sustancias utilizan, porque son artificiales o porque son naturales, porque tienen nombres tan raros y si realmente funcionan.
La exposición al sol es realmente una paradoja para la salud de la piel. Por un lado, necesitamos vitamina D para una piel, cabello y uñas brillantes, y una de las mejores maneras de obtenerla es con 10-30 minutos de exposición al sol sin protección por día, dependiendo de la estación, el pigmento de la piel y la proximidad al ecuador. Por otro lado, demasiada exposición conduce al daño de las células de la piel. Esto no solo conduce al cáncer de piel, sino que también puede contribuir a los signos de envejecimiento, incluidas las arrugas, las líneas finas y las manchas de la edad.
Olvidemos el estrés
El estrés es una causa común en los problemas de la piel. Nos puede desencadenar en afecciones inflamatorias, como el acné, el eczema, la rosácea y la psoriasis. El estrés crónico también contribuye al envejecimiento acelerado de la piel y al aumento del riesgo de cáncer de piel.
En el mundo estresante de hoy, se vuelve mucho más importante encontrar formas de reducir el estrés. Si puede evitarlo por completo, esa es la mejor opción. La mayoría de nosotros tenemos que vivir con eso. La meditación, el dormir bien, el ejercicio al aire libre, un buen spa, son excelentes opciones para liberarnos y cuidarnos naturalmente.
Finalmente…
Entendiendo ahora unas de las mejores formas de cuidar nuestra piel, pelo y uñas, podemos comenzar haciendo simples cambios de estilo de vida, nutrición, hidratación y niveles de estrés.
Equilibremos nuestro tiempo al aire libre, obteniendo muchos efectos sobre la salud, incluida la vitamina D y la reducción del estrés.